
Este verano hemos comenzado a grabar un podcast semanal, en 11 capítulos se ha convertido en una actividad muy gratificante porque gracias a ello hemos podido conocer a gente muy interesante. Por otra parte, tener que pensar en unos contenidos diferentes cada semana nos ayuda también a saber nuestros límites y a tener claro qué temas controlamos y cuáles no, en cuáles podemos trabajar con seguridad y en cuáles otros es mejor que no nos metamos.
El nombre del podcast: “Marketécnicos”, viene porque queríamos grabar sobre marketing online o marketing digital, hablar sobre técnicas para implementarlo, herramientas útiles en cada subsector del marketing online… y la palabra técnicos pues porque tenemos que reconocer que somos más ingenieros que expertos en marketing, sin embargo, nos gusta más este tema que a mucha gente que se está dedicando a ello.
Cada semana dedicamos un buen rato a preparar un guión sobre los temas que queremos tratar, al final tampoco cuesta mucho porque hablamos de lo que conocemos, o novedades que hemos leído durante la semana, etc. Después grabamos, más o menos del tirón… Nos juntamos, abrimos el audacity, conectamos el micrófono y a charlar durante aproximadamente media hora.
Cuando terminamos, tenemos que dedicar un rato, normalmente de algo más de duración que el propio capítulo del podcast a la edición. Metemos música, recortamos silencios, recortamos tomas falsas en las que hemos dicho alguna burrada, nos toca repetir alguna frase en la que hemos dado un golpe a la mesa y se ha notado, etc. Después lo exportamos a mp3 con el propio audacity y subimos el resultado a nuestro canal de ivoox
Para finalizar el proceso normal, colocamos un post en nuestra web www.marketecnicos.com hablando sobre el contenido del capítulo y no hay que hacer mucho más, esperar a que nuestros oyentes (ya tenemos algunos fieles!!) nos escuchen y nos den su opinión sobre los temas tratados, nos cuenten sus dudas, nos indiquen mejoras, etc.
En resumen, grabar un podcast requiere un esfuerzo pero también supone una satisfacción que no nos imaginábamos cuando empezamos a grabar.